Capítulo 4:El cuarto de la plancha.

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Capítulo 4

El cuarto de la plancha:

Miércoles 12 de octubre

Después de regresar a casa del cole, me he puesto a hacer la comida para que no me pille desprevenida, pero… ¡Qué sueño! Madre mía, trasnochar cazando lobos y osos me está pasando factura, tengo el cuerpo de 20 años, pero me pesa en el alma tanta actividad. 

Han llamado al timbre, son los de la plataforma, ¡qué puntuales! Sorpresa la mía al ver que la visita era un mapache, se llamaba Re-cibido, o eso ponía en el chaleco que no paraba de señalar. Traía consigo un conjunto de cajas bastante más grandes y pesadas que él. Re-cibido, no parece llevar el mismo estrés que los mapaches de la recepción del pabellón, y he podido averiguar que, si en el juego lo llamo en voz alta, vendrá a mi posición y podré enviar paquetería a gente que conozca, por un módico precio claro. También me ha explicado que, si llamo a otro mapache que se llama En-viado, puedo hacer lo propio con mensajes. Ahora entiendo porque aquel chico me dijo lo de guardar los nombres de la gente que conozco… Bueno, una firmita y listo, pero como no, hasta la firma es alta tecnología. No ha sido a boli, he tenido que poner el pulgar en un papel y entonces he sentido un pinchazo, una gota de sangre se ha quedado allí. ¡He firmado con sangre! No me ha dado mucho tiempo de analizarlo, al momento de irse y cerrar la puerta han venido otros dos mapaches con el estrés al que estoy acostumbrada a verlos. Me pregunto, que cantidad de dinero debe mover esta gente para tener este tipo de robots tan avanzados rondado por todos lados. Esta vez los mapaches llevaban monos de mecánico, pero su nombre seguía estando en un velcro. Uno era de nombre TALADO y el otro se llamaba INS… Su creador será un genio, pero de imaginación para los nombres tiene bien poca. Lo único que me han preguntado es si tenía una plataforma que necesitaba montaje y, al instante, se han puesto al tema allí mismo, en la entrada. Mientras intentaba explicarles que allí no podía ser porque no había espacio, me la han montado. Al terminar me han añadido un...

—¿¿Uñi, ve como chsi cave?? Pache sabía que cabía, no problemo”.  

¡Menudo problemo! Al mismo tiempo que yo intentaba explicarles que allí ese armatoste de 2m de ancho no dejaba paso, ellos estaban recogiendo las herramientas. Al final he tenido suerte, cuando han intentado irse, no podían abrir la puerta por culpa de la plataforma, así que he podido razonar con ellos. Ellos argumentaban que ya habían hecho el trabajo y que no se les paga por instalar dos veces la misma plataforma… Y yo que lo habían hecho mal, que lo primero que debían preguntar era en donde tenían que instalarla… Finalmente les he preguntado cuanto me costaría que la montaran en otro sitio y me han dicho que una moneda de plata. ¿¡De plata!? Estos se piensan que están en el juego. Así es como deben sacar dinero, haciendo que los clientes les pidan volver a montar la plataforma en otro sitio…  Pero conmigo han topado, aprovechando que no podían salir, les he convencido ofreciéndoles galletas y pastas, les he tenido un buen rato entretenidos hasta que han visto el chocolate… ¡Cómo les gusta el azúcar a estos robots! Nunca imagine que comerían de “verdad”, pero no han dejado ni las migas. Dentro de casa la plataforma se ve muy grande y ocupa mucho espacio, pero he encontrado el lugar perfecto, el cuarto de la plancha, ahí seguro que mi hijo ni entra, es más, yo diría que no sabe ni que ese cuarto existe. Después del tema de pastas y galletas, los mapaches, han estado más receptibles a mis peticiones, pero esta vez han ido mucho más despacio, aunque a pesar de ello han mantenido un buen ritmo de trabajo. ¡Al fin la tengo! Ocupa casi toda la habitación… pero con un par de bollos más, los mapaches me han ayudado a poner una cortina y un tendedero para colgar la ropa que oculta la presencia de la plataforma. La plancha delante, un par de capazos de ropa para planchar y listo, aquí no ha pasado nada.

Al irse los mapaches, he entrado en la plataforma a ver que tal, y todo ha sido normal. De hecho, me he sorprendido al conectarme y descubrir que seguía sentada junto a la chimenea, envuelta sólo con una toalla. Menos mal que ha sucedido como en la posada, que me saco fuera al pasillo. Supongo que esa es la ventaja de tener casa. La chimenea se ha apagado, pero la ropa se ha secado por completo. He visto que limpiar la ropa bajo la ducha no ha sido efectivo, funcional sí, pero esto necesita un lavado más… más mejor. La casa está un poco fría, así que he mirado de encender la chimenea de nuevo y premio, accionando el tirador, fuego de nuevo. Ainss… que bien y que gustito da el tener el fuego encendido, y como estoy sola en casa me quito la toalla para verme a mí misma con este nuevo cuerpo. ¡Qué delicia! Ni cuando era joven estaba tan contenta con el cuerpo que tenía… Todo en su sitio, sin michelines, sin cartucheras, sin ojeras ni patas de gallo… ¡Ojalá pudiese tener siempre este cuerpo!

Me he vestido de nuevo, y como no tengo ningún papel a mano, me hago una lista mental de las cosas que necesito; varias mudas, un pijama, jabón, cortinas, muebles…uff, otra vez más dinero, seguro que todo esto me cuesta 10MP. Mientras intento realizar cálculos de costes en frente de la chimenea me entra el cansancio que llevo encima, por lo que me echo un rato en la cama que todavía me quedan dos horas para ir a buscar a los niños. Si aquí cada hora son cuatro, tengo ocho horas para echarme una siestecilla, no creo que me quede dormida tanto tiempo…  

Al despertar me he desconectado directamente, no fuera caso. Bien, perfecto, aún me quedan 40 minutos, hoy no llego tarde. Por la tarde, tengo otra vez dos horas libres, eso son otras ocho horas en el juego, así que voy a aprovechar para comprarme algo de ropa. La que tengo es la de inicio y es áspera, tosca y poco femenina, este cuerpazo tiene que lucirse. Aunque que desilusión… no tengo dinero ni para pipas. Sólo los ingredientes y cosas básicas valen monedas de bronce, lo demás vale varias de bronce o ya directamente plata. Bueno, está claro, voy a tener que hacer uso de este escudo que tanto le gusta a la gente, pero me he encontrado una nueva barrera. Al ofrecerme para ir a eso de la mazmorra me han preguntado qué tipo de armadura tenía, y si tenía el “Taunt”. Como no tengo ninguna armadura y no sabía lo que era eso del Taunt, no me han querido. He puesto ojitos de por favor, pero lo único que he obtenido es un poco de consejo. Me han dicho que para ser un buen tanke tengo que saber llevar armadura, usar el escudo y tener esa habilidad. Así que me han enviado a hablar con las entrenadoras y las profesoras de la academia de magia.

Como la academia está en otra ciudad y no tengo caballo, he decidido probar con las “Trainers”. Allí, básicamente me han dado unas cuantas misiones con la espada y con el escudo, que se supone que están hechas para mejorar en su manejo, pero no he podido empezarlas, ya que, de casualidad, he escuchado a una pareja que buscaban a alguien más para la mazmorra y a ellas no les ha importado que sea nueva en esto, y he decidido aventurarme, que para esto es este juego.

El asunto consistía en asaltar una torre y darle dos collejas al malo de la torre, pero al final había un demonio que hemos tenido que combatir. Esta pelea me ha costado cara, el ácido que soltaba me ha desintegrado parte de las botas y media camisa. Menos mal que era una party de chicas, o eso creo...

Por lo menos he conseguido 1MP y he podido saquear la despensa del lugar de donde he podido obtener ingredientes para cocinar y un par de cestas, que nunca vienen mal, sobre todo a la hora de ir a hacer la compra. Lo malo, es que este lugar, no se puede repetir hasta mañana… Haciendo cálculos maternos; una moneda de aquí y una moneda de los osos son dos monedas al día… La economía va empezando a mejorar…

¡Madre mía! ¿Ahora como hago para llegar a casa con la camisa rota sin que se me vea nada? Mis compañeras de party están con la misma ropa que yo, de manera que no pueden prestarme nada. Mmmm… bueno, me taparé como pueda con el capazo que he pillado de la despensa, y si se me ve algo… pues que le alegre la vista a quien mire, al fin y al cabo, ahora doy gusto de ver. Sí, eso mismo, por una vez estoy orgullosa del cuerpazo que tengo, así que no me importa si me ven. No se trata de ir por ahí haciendo exhibicionismo. Eso sí, creo que ya sé en qué voy a invertir esta moneda de plata, ¡en ropa! Una que no sea como la del principio, a la que no se le puede llamar ropa. Con un poco de suerte, espero encontrar a alguien de sastrería con un poco de gracia para ello y que me haga un buen precio por sus servicios, a lo mejor, hasta puedo hacer algún trueque con algo.

Lo dicho, primero me he dirigido a mi casa con un poco de vergüenza, pero después de la charla interna, he ido andando con más orgullo. Después de dejar allí los ingredientes obtenidos, he ido a preguntarle a Asterisco por algún mercadillo o por alguien especializado en costura. Tras soportar unos cuantos comentarios sobre mi aspecto y ropa, me ha dado una camisa, me ha ofrecido amablemente que pasara a la trastienda para poder cambiarme y finalmente, muy amablemente me ha indicado en qué lugar puedo comprar ropa, aunque me ha advertido muy seriamente que si quiero unas botas decentes para poder andar, y se ve que aquí se anda bastante, me van a costar como mínimo la mitad de esa moneda de plata, por lo que si quiero comprarme varias mudas no voy a tener suficiente dinero… ¡Menuda sorpresa!. Me ha dado una moneda de plata más con la condición de que se la retorne con clientes. ¿Qué tipo de trato es ese? Bueno, me ha dado dinero y no viene con intereses, así que he aceptado su moneda, aunque me da mucho que pensar… pero como no he firmado nada que demuestre el préstamo, pues respirare tranquila. Hay que tener mucho cuidado con estas cosas, que después te lían y te meten en muchos problemas, las pelis al fin y al cabo algo te enseñan. Me da a mí que este quiere algo menos material…que si me duche en su casa… que si me cambie en la trastienda… veremos donde acaba esto.

¡De compras! ¡Biennn! Ahora sí me siento como si tuviera veinte años, que era la edad que tenía cuando fui por última vez que de compras como una chica normal. Últimamente desde hace dieciséis años, cuando voy a comprar sólo compro ropa para la familia y no para mí que suelo ir de heredado, regalado o de aquello que puedo pillar entre rebajas de los peques. De manera que me he ido super ilusionada a comprar, recordado mi juventud hasta que ha llegado la desilusión. A pesar de que me lo podía haber esperado, visto lo visto podría imaginarme que lo que hay para elegir no es precisamente alta costura. Aunque por lo menos he encontrado ropa para mujer y no aquello que tenía, que solo servirá para avivar el fuego.  Al final he podido conseguir un par de mudas de batalla, para ir por este entorno tan natural y desgarrador, un pijama, dos mudas normales, otra toalla y un vestido para ocasiones especiales, por si se da alguna ocasión… Esta vez también he pensado en la ropa interior y he conseguido varias prendas que parecen de calidad, a muy buen precio en la tienda de enfrente de Asterisco. Este chico no sé cómo resultará, pero de momento es un gran hallazgo. 

Otra vez sin blanca… tengo que hacer algo para estabilizar mi economía, parece el dragón khan. Bueno, por lo menos no voy a ir por ahí medio vestida y oliendo a sucia, aunque voy a tener que encontrar una forma eficiente de lavar la ropa. Tampoco me entusiasma lo que he podido conseguir, pero al fin y al cabo era ropa cosida a mano por la chica que la vendía, al igual que yo he hecho cocina, ella ha elegido sastrería. Quizás pueda vender mis platos para ganar dinero...

Después de dejarlo todo en casa, me he desconectado, no fuera a ser… pero ya le voy pillando el truco y tengo tiempo de sobra para ir a recoger a los niños. A la vuelta tendré que ir a comprar, espero que mientras tanto, ni mi marido ni mi hijo encuentren la plataforma. Tendría que buscarme una buena excusa por si alguna vez la encuentran. ¡Pero que estoy diciendo! no hace falta calentarse la cabeza con eso, ¡no la van a encontrar nunca! Creen que la ropa limpia crece en el armario ya doblada y planchada, estoy segura de que ni saben que existe el cuarto de la plancha, es como el armario de bajo el fregadero, no lo han abierto en su vida.

A mitad noche me he despertado, los golpes y el cansancio, a pesar de no tener moratones ni nada, no me dejan dormir. Es como el recuerdo de un hueso roto que según el tiempo que hace a veces duele, pero en este caso, duele todas las noches. Además, tampoco tenía sueño, así que me he levantado a tomar un vaso de leche y sin darme cuenta me he puesto a hacer cálculos horarios, hasta he cogido un papel y me he hecho una especie de calendario para ver si puedo optimizar mi tiempo. Estas cosas se me dan estupendamente, con tres niños y un marido, el tema de organizar horarios y crearlos viene con el cargo… Al final me ha salido un buen horario, haciendo la compra por internet con entrega a domicilio, puedo ahorrarme 1h. También he visto que hay algunas franjas horarias dentro del juego, que me ayudan a definir la hora fuera, por ejemplo, medio día y media noche corresponden a horas exactas;

Medio día son las 3h, las 9h, las 15h o las 21h.

Media noche son las 6h, las 12h, las 18h o las 24h.

Esto va a ayudar a orientarme hasta que consiga ese maldito reloj de 1MO, porque a este paso no voy a conseguir ahorrar para nada, con todos los gastos que hay. Tengo que encontrar la fórmula de hacer más dinero.

Son las 3 de la madrugada, técnicamente, cuando sea media noche en el juego, aquí serán las 6 de la mañana… tiempo de sobra para salir, preparar desayunos y vestir a los niños. Perfecto, vamos a probar que tal resulta.

Dentro, me he dedicado a realizar las misiones de la espada y el escudo, cuando de repente otra jugadora a llamado al mapache Trash. He recordado que ayer, me explicaron que él se lleva los animales muertos y te paga por ellos, que te paga más si antes les quitas la piel. La chica, antes de llamarle los ha despellejado como la jugadora de ayer, de manera que le ha pagado un poco más dinero y encima se ha quedado con la piel para venderla después. Hay que recordar y tomar nota de esto, tengo que aprender a despellejar, para aumentar la paga sin un gran coste de tiempo o riesgo, que, en este juego, creo que hacer dinero de forma segura sin ponerse en peligro es más que complicado, hay que aprovechar cualquier ocasión. Es decir, voy haciendo las misiones, me pagan por pieza y además después puedo tener pieles para venderlas. ¡Al trainer de profesión desolladora! Voy a invertir un poco de tiempo en esto para que todo me sea más rentable después, pero el tema de aprender cuesta más tiempo de los que pensaba y no he podido terminar, antes se ha hecho de noche. Bueno… continuaremos después donde lo dejamos.

A todo esto, estoy echa polvo; hambre, sed, cansancio… hay que mejorar ese aspecto fuera del juego para no tener problemas después.

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