Capítulo 16
Mazmorreando
Lunes, 24 de octubre
Después de dos días sin jugar creo que se me va a amontonar el trabajo, solo de pensar en las monedas de plata que no he podido ganar, ya me pongo de mala uva, además de que he perdido mucho tiempo de investigación.
Bien, hoy es lunes, día de empezar a ponerse las pilas. Cuando hablé con las mamás del cole me garantizaron que se podían sacar más de 3 monedas de plata al día. Hoy me toca a mi.
Primero los niños al cole, después la compra, que gracias a la moneda de plata, va a ser una compra como si fuera la de navidad.
Al llegar a casa, cargada con la compra, me encuentro con un par de mapaches esperando en la puerta. Y enseguida saltan diciendo ¡¡Bollicaooo!!
Me lo temía, estos han venido a almorzar. Pero por lo menos solo han venido dos.
Me ayudan con las bolsas de la compra y en cuanto pueden, echan mano a los Bollicaos y se sientan en el sofá a comérselos… ¡serán caraduras!
Pero en su defensa, tengo que decir que no han soltado ni un pelo, y que después de tomar su almuerzo se han puesto con el traslado de la plataforma, como si fueran a cámara rápida. Para mí que el azúcar no les sienta bien a estos bichos, que definitivamente ya me ha quedado claro que no son robots.
¡Y listo!, han tardado más en comer que en trabajar. De paso he podido ver cómo está el trastero, dándome cuenta de que ese cuarto es para mí, como el cuarto de la plancha para los demás, un auténtico desconocido. Bueno, ahí se queda la plataforma para el disfrute de Adam, yo voy a poner en marcha la plancha… ¿Pero porque tengo un mapache vestido de sirvienta planchando mi ropa.
—¡Oooh! tu muy deshordenada ¿¡eh!? Pache chirventa limpia, tu juegas y yo muchos muchos bollicao y 4 monedas de plata. ¡Ale ale! Pache no cochina, pache come…
—¡¿Cómo!? ¿¡Pero cómo demonios has entrado aquí!? ¿¡Y con qué permiso te has puesto a hacer mi trabajo!?¿¡¡4 monedas!!? ¡¡Pero si eso son 1000 euracos!! ¿Sabes cuantas mazmorras tengo que hacer para conseguir esas monedas?
—Oh, caro. Primero, tu buscar chirvienta para poder jugar, yo entrar después de la plataforma. ¿Permicho? ¿Echo qué es? Yo limpio y tu pagash…
—¡4 monedas! Eso es un sueldo entero.
—Caaro, 1 moneda limpieza express, 2 edificio entero con ropa, 3 con escondite y 4 todos los días escondiendo cuando no hay nadie y aparechiendo cuando hay gente en casha…
—¿¡Qué!?¡No! no, no, no. ¡Eso va al revés! Apareces cuando no hay nadie y desapareces cuando hay gente.
—Oh. De acuerdo. ¡Contratada! Ale ale, tú a trabajar que chi no, no puedes pagar a pache.
Aún no sé cómo he entrado en el juego, pero no he podido ni discutir con el mapache, ¿Qué ha pasado? Bueno tenía ganas de entrar, que puede que haya entrado sin darme cuenta para huir del trabajo de casa. Sé por experiencia y porque me lo han contado, que los mapaches hacen las labores de casa perfectamente, así que me quedo tranquila sabiendo que a esa hora no lo descubrirá nadie, pero cuando salga, tengo que hablar con él, ¿¡cuatro monedas de plata!? ¡Qué barbaridad! ¿Pero ha dicho los cinco días de la semana?
Nada más entrar veo que se me resalta un icono de carta encima de la cabeza, arriba a la derecha, así que trato de hacer como si lo tocara. ¡Premio! Justo como pensaba. Es un menú flotante del juego que viene a decir que tengo mensajes en el buzón de casa. Cuando llego, tengo 3 cartas de Azalea y 2 de Elorzal, todas ellas son proposiciones para quedar juntas e ir de mazmorras. ¡Maldita sea! pobrecitas, me han estado buscando y yo sin responderles, espero que no se hayan enfadado y que igualmente puedan haber ido de mazmorras sin mí.
Bueno, llamo a En-viado y les mando un mensaje disculpándome y ofreciéndome de nuevo para quedar con ellas. En-viado me dice que no están conectadas y me pregunta si quiero enviarles el mensaje fuera, como hice yo con Adam y acto seguido él conmigo. Pero seguramente están en clase y no creo que sea buena idea que un mapache vaya al instituto como mensajero.
Estoy sola hasta la noche, no creo que pueda coincidir con ellas hasta entonces, así que voy a tener que ganarme las moneditas de plata yo solita. Creo que a eso le llaman buscar party, pero no sé cómo se hace, de manera que le pregunto a Asterisco vía mapache.
En la respuesta de Asterisco, me entero de que la mazmorra de Palancas está un poco lejos y es recomendable ir con algún medio de transporte como un caballo. También me explica que para buscar party, lo mejor es acercarse a cualquier tablón de anuncios de taberna, posada o plaza central de algún centro urbano, donde una puede apuntarse a una party, crearla o pedir más jugadoras. Solo hay que poner que mazmorra quieres y como que clase te ofreces, (eso de si eres tanke, guerrera, arquera, maga…), Según él, mi rol es el de tanke, por lo del escudo y el dichoso Taunt, que, por cierto, logre hacer el otro día, pero no sé si me acordaré de nuevo. Esos dos días sin jugar al final me van a pasar factura.
Voy a un panel de esos a ver qué tal, y pongo: “nombre Sasha, mazmorra Palancas y rol Tanke”. Pues no tarda ni 5 minutos en llegar un mapache con un mensaje de “Te esperamos en la salida norte de la segunda ciudad". Vaya, esto es una mezcla de cita a ciegas y subirse al metro pasada la medianoche, a saber que me encuentro... Bueno, ¡vamos allá!
Cuando llego, hay dos chicos que en cuanto me ven llegar, me hacen señas. Están esperándome con ansias, parece que eso de ser la que recibe los golpes te abre puertas. Lo cual, no sé si me alegra o si me preocupa. O esta gente son todos adolescentes que no saben los palos que te da la vida, o yo me estoy metiendo en un gran berenjenal.
Les he explicado mi humilde situación de inexperiencia, a lo cual han respondido que con el escudo y con la armadura que ya les vale. Ellos han preguntado por el dichoso "Taunt", y al decirles que sí, todo ha sido jolgorio. ¿Por qué narices le dan tanta importancia a eso?
Bueno, el caso es que parecían contentos y no les ha importado el hecho de que yo no tenga caballo. Uno de ellos se ha ofrecido para llevarme con el suyo. Ha sido como montar en moto, pero con más meneo
En una hora, o por lo menos eso calculo yo, hemos llegado a la mazmorra. Por el camino he sabido un poco de sus vidas y aspiraciones. Resulta que solo hacen mazmorras para ganar dinero, para conseguir equipamiento, para hacer mazmorras más difíciles y ganar más dinero.
Uno de ellos ya había estado allí, así que nos ha hecho de guía. Al parecer, esta mazmorra, tiene una serie de trampas que se activan con unas palancas, de ahí su nombre. Tenía unos pocos bichejos, de los cuales me ha dejado aterrorizada y medio sorda una gallina kamikaze explosiva. Menos mal que puedo esconderme detrás de mi escudo, cada día lo quiero más . Al final, después de recibir unos pocos intentos de mordisco y algún que otro arañazo, hemos llegado a la sala/trampa final. Resulta que aquí el enemigo a combatir es una pared. Sí sí, una pared de piedra con dos ojos enormes y otro pequeño en el centro. Pues no resulta que lanzan rayos láser... Aunque gracias al conocimiento de nuestro guía, hemos ido posicionándonos donde estábamos a salvo y ha sido relativamente fácil. Relativamente, porque he acabado muerta de cansancio, llevo la armadura y la ropa hecha harapos y eso de pegar espadazos a lo que parece un ojo gigante, es muy perturbador.
Al final, cuando derrotas la pared, hay un cofre con recompensa ¡¡YUUJUUU!! 2mp y no 1mp como pensaba. Al parecer, cuanto más complicada es la mazmorra, más recompensa al final. Eso deja el camino a seguir muy claro, o te arriesgas y consigues el éxito o vas poco a poco haciendo la hormiguita con cosas fáciles. Para mí, la cosa está clara, esto de las mazmorras da un aumento de la adrenalina que ni las montañas rusas, me están entrando ganas de visitar la próxima, a ver que me ofrece y cómo puedo enfrentarla. Ahora entiendo la adicción de los videojuegos. Es emocionante poder resolver el problema según te lo vas encontrando, pero eso tendrá que esperar, si no ando con cuidado volveré a llegar tarde a recoger a los niños.
Aún hay esperanza de hacer más moneditas, por la tarde tengo otro ratito, así que me he ido por la chimenea a la primera ciudad y he buscado gente que necesite ayuda para hacer la mazmorra de la torre del principio y sacar una moneda de forma rápida y "fácil". La segunda vez ya no tiene la misma emoción, la tiene porque tienes que pelear, pero pierde la gracia del descubrimiento, pero también se hace más rápida, así que saco la moneda y me desconecto para ir a por los peques.
Menos mal que antes de salir he podido hablar con las chicas y quedar para la noche e ir de mazmorras, me alivia que no estén enfadadas y aún quieran salir conmigo.
Bien, nada mal para unas horas, 3 MP, si esta noche consigo sacar un par más, ya tengo medio caballo.
Al salir me he quedado completamente a cuadros, la casa estaba impecable, todo en orden, hasta la ropa estaba en su sitio. No quiero reconocerlo, pero nunca ha estado tan limpia y ordenada como hoy. He buscado al mapache por todos lados, pero no lo he encontrado, en cambio sí he visto que, en la tableta, tenía un mensaje donde pone: “PAGO PACHE LIMPIECHA” 4MP, y al verlo, se ha descontado automáticamente de mi cuenta, me quedan 4MP. Yo no he firmado nada ni confirmado nada, porque se me ha descontado el dinero. ¡Ahora que lo recuerdo! Antes de entrar me ha dicho que contratada. Tengo que encontrar al mapache, aunque ahora no hay tiempo para eso.
¡¡Se me ha olvidado la comida!! La compraré de camino al cole, si salgo ahora llegaré a tiempo, ¡Necesito ese maldito reloj! Menos mal que existe la abuelita, es una maravilla para sacarte de estos apuros.
Adam se ha dado cuenta que la comida era de la Abuelita, pero como había bastante postre, no ha dicho nada de nada, es más, ha preguntado cuándo repetimos en ese lugar, que estaba todo delicioso. Que cara más dura tiene este mocoso.
Al final el mapache ha salido de mucho provecho, porque después de mandar los niños al cole he podido entrar un buen rato ya que no tenía nada más que hacer. Como ya había pasado un día dentro del juego, he podido repetir la mazmorra del principio y hacer la misión de los osos con los mismos “noob” como ellos mismos se llaman. No, si al final el mapache me ha ido de lujo, gracias a él, he sacado seis monedas y aún no es de noche. El resto del tiempo lo he dedicado a limpiar la casa de dentro del juego.
Después de acostar a todo el mundo y de decirle a Adam con la mirada, que nada de plataforma por la noche, cosa que parece que ha aceptado bastante bien, tengo que darle un voto de confianza y por la cuenta que le trae creo que se portará como toca. ¡Toca conseguir más dinero!
Nada más entrar les mando un mensaje a las chicas y me lo responden con que me esperan en la tercera ciudad, junto a la puerta de la bobina. ¿Qué me esperan dónde? ¿En la tercera ciudad? ¿Y qué hay de la segunda? ¿Se la han saltado?
Al final el viaje con Asterisco me ha salido bien, porque ahora puedo ir por chimenea hasta allí. ¿Dónde estará la puerta de la bobina? Nada más llegar a la tercera ciudad me fui a la segunda y cuando volví a por las telas no estuve mucho rato, por lo que no conozco nada de esa ciudad. Menos mal que parece que es un sitio famoso y no he tenido que preguntar mucho. Es la puerta que hay en la torre que está en la plaza central de la ciudad y que echa chispas. La que vi el otro día cuando llegué.
Pero ¡¿qué ha pasado?! ¡Están super cambiadas! Elorzal se ha comprado una especie kimono de artes marciales, precioso, hasta parece que sea de seda, lleva el pelo super largo con mechas de colores y recogido con una trenza, en la pierna derecha, una cartuchera llena de cuchillas y otra con pociones en la pierna izquierda, además de un cinto para llevar una libreta a todos lados. Azalea por su parte, viste un modelito de colegiala que corresponde a las residentes de la academia de magia (las que tienen que pagar 1MO), y encima está acariciando un caballo que es más grande de lo normal. Madre mía estas niñas, me han pasado por encima cual apisonadora.
El caso es que se ponen super contentas de verme, dando la sensación de que no nos veíamos desde hace tiempo y claro, hablando lo comprendo todo. Azalea me hace matemáticas, no las veía desde el día del incidente con la bruja y después yo estuve liada con mis cosas de madre, el viaje a la tercera ciudad y todo el fin de semana sin jugar. En cambio, ellas, en cuanto terminan el instituto se meten aquí dentro y no salen ni para dormir ni para comer, solo para ir al colegio, así que básicamente me han sacado una docena de días de ventaja. ¡¿Pero los padres de estás niñas dónde están?! ¿Cómo pueden permitir que hagan eso? Tendré que hablar con ellas sobre el tema de los estudios con más calma. Por lo visto, estos doce días han estado haciendo diversas mazmorras y misiones, repitiéndolas y sacando dinero. Se han comprado los caballos y se han apuntado a la academia de magia como residentes y por mucho que yo haga los cálculos económicos, no me salen los números. Elorzal me dice que cuando tengamos un rato de calma, ella me hará las cuentas para que me salgan los números, que tenemos que ir de compras porque voy muy desactualizada.
La tela del kimono de Elorzal la protege como mi armadura, siendo esta tan ligera y bonita, lleva unos guantes que no había visto, que hacen tanto daño como una espada y el caballo de Azalea es de batalla, puede luchar encima de él. Gracias a los caballos se han trasladado a la tercera ciudad con la mitad de tiempo que yo. Claro, con tantas distracciones que tuvimos en la travesía a carro, no me extraña.
Me explican que vamos a hacer una mazmorra para cinco, es algo más avanzada, pero que nos vendrá ayuda del clan. Me enchufan un montón de pociones nuevas de las que dicen que curan más y son más potentes. Estas pociones de verdad me tienen la mosca detrás de la oreja. Mientras esperamos me cuentan que han aprendido algo de magia, al principio no me lo creo, pero me lo muestran, Elorzal puede hacer telequinesis y analizar a los enemigos, cosa que no he entendido, y Azalea ahora sabe lanzar rayos de fuego. Y yo que estaba orgullosa del Taunt… pero cuando lo comento, las dos se ponen ultra contentas y eso me sube un montón los ánimos, por fin alguien me explica porque es tan importante el Taunt; Se supone que yo tengo que parar los golpes con mi escudo, pero si por ejemplo Azalea le causa mucho daño a un enemigo puede que este se gire enfadado contra ella. Ella es muy fuerte produciendo daño, pero muy débil contra los golpes, ahí es cuando tengo que usar el Taunt, cuando alguien de mi party es amenazada por un monstruo.
A medida que se acerca la hora y las voy mirando, me empiezo a preocupar, apenas he hecho mazmorras y esto parece ser en serio, no sé si estaré a la altura, pero Elorzal me tranquiliza diciéndome que Monet es muy polivalente y puede hacer de dps, (cosa que gracias a Adam ya sé lo que es), de curandera o de tanque según convenga, así que si me bloqueo ella me sustituirá, pero que irá como healer ya que nadie más cura en la party. Bueno, ya estoy de los nervios, Monet es la líder del clan y parece muy experta… No me gustaría quedar mal o fastidiarles la mazmorra. Azalea me ve los nervios y me distrae diciéndome que tenemos que volver a quedar para ir de compras y a la peluquería otra vez, que debemos dedicar un día a hacer una sesión de bobina, después spa y peluquería.
Spa y peluquería ok, pero ¿Sesión de bobina? ¿Qué es sesión de bobina?
Respuesta, esta torre que es conocida como la bobina, es un lugar donde se genera electricidad para la ciudad de una forma natural y no contaminante. Está llena de bicicletas estáticas, cintas de correr, placas de presión, máquinas de remos… Vamos, es un gimnasio, cualquiera puede ir, colocarse en la máquina que más le plazca y hacer ejercicio, y dicho ejercicio se transforma en energía. Por ejemplo, si una se sube a una bici y pedalea, la energía que genera se transmite por la red eléctrica a la bobina gigante que tiene la torre, y se la almacena para usarla cuando sea necesario. Además, ¡Cobras por hacerlo! ¡Es un chollo! En cualquier gimnasio te clavan un pastón por sudar y aquí te pagan por ello. En la propia bicicleta tienes un panel que te indica cuanta energía generas y cuánto te van a pagar. Es una idea genial, la gente va allí a hacer ejercicio, lo transforma en energía y encima te incentivan pagando dinero por la energía que generas… De esta forma consiguen una energía limpia sin contaminación y una población sana.
Me sigue dejando confundida esta dualidad de mundo medieval y alta tecnología en ciertas cosas…
En eso que Monet llega con una tal Ilyana.
¡Madre mía! Esta chiquilla está paliducha, se ve que está medio enferma y además es escuálida. Tiene que pasar dos veces para hacer sombra. Cuando Monet me la presenta, yo enseguida le preguntó si se encuentra bien, a lo que me responde que sí, pero que está un poquito desmayada porque se le ha olvidado comer esta mañana. ¿¡Cómo que se le ha olvidado comer!? ¡A esta niña se le ha olvidado comer hoy, ayer y anteayer! ¡Si está a punto de desplomarse!
Monet me cuenta que viene de un entorno pobre y de otro mundo, literalmente de otro mundo, no de la tierra. Para ella comer es subsistir, de donde viene no se puede comer todas las comidas del día, por lo que no le presta demasiada importancia y demasiado a menudo se le olvida…
Bueno, vamos a la mazmorra, que al parecer sí es más complicada que las anteriores, si la líder de la party no tiene una especie de autorización, los guardias de la puerta no te dejan entrar. Por suerte para nosotros Monet y Elorzal la tienen, por lo que no hay problema. Uno de los guardias de la ciudad (que son unos ositos rojizos, con armadura y lanza, van a dos patas y hablan), nos abre una alcantarilla que hay allí cerca.
—¡¿Nos vamos a meter en las cloacas!?
—Sí.
Y así de rotunda responde Elorzal mientras enciende una antorcha y baja por las escaleras. Monet e Ilyana la siguen, Azalea coje una de esas bolas de contención como las que tenía Asterisco y guarda a su caballo, pues las cloacas no son un buen lugar para un caballo. Después también baja con una sonrisita en la cara.
Y allá abajo que vamos.
Lo primero es la oscuridad, la humedad y el mal olor del lugar. De hecho, a Ilyana le cogen náuseas y a punto está de vomitar. Vamos mal si come poco y lo poco que tiene en el cuerpo lo devuelve. Esta niña se nos queda aquí. Nota mental Sasha, “traer contigo siempre algo para comer por si las moscas”.
Mientras Elorzal intenta alumbrar con la antorcha para ver hacia qué lado vamos, escuchó pronunciar unas palabras en algo que parece latín o élfico, o qué sé yo qué idioma. Es Ilyana que ha hecho magia y de su mano ha salido una bola que hace luz, la cual puede mover de aquí para allá para iluminar sin estar pegada a ella. Vamos, que acaba de dejar a la antorcha de Elorzal a la altura del betún. Ahora podemos ver todo. Hay dos pasillos a los lados, en el centro un riachuelo de agua de dudosa profundidad y de más dudosa procedencia. Nadie sabe por dónde ir, así que Elorzal toma la decisión de ir por la derecha, y acto seguido todas me miran. ¡Ah, claro! El tanke tiene que ir delante y esa soy yo.
Lo primero que nos hemos encontrado ha sido una hiena y un ser gelatinoso que deambulaba por el agua. Todo ha ido a la perfección. Yo aguanto el mordisco del animal con el escudo y Azalea e Ilyana lo fríen. Pero literalmente, Azalea lanza unos rayos de fuego increíbles e Ilyana descargas eléctricas, hasta olía a chamusquina. La única pega ha sido que cuando estábamos entretenidas con la hiena, la gelatina esa ha pegado un salto increíble y casi me cae encima. La he atacado con la espada, pero como ese bicho es de gelatina no le he hecho nada, eso no tiene sangre. Pero las descargas eléctricas y los fogonazos han sido otra cosa, eso sí le ha dolido, tanto que al morir ha hecho “¡Boom!”, y ha estallado dejando trocitos de hielo por todos lados, además de una bolita que brilla de color blanco, que Elorzal se ha apresurado en recoger y apuntar en su libreta.
Parece que Ilyana a pesar de su aspecto debilucho es muy potente con la magia, y muy útil con la bola esa que brilla. La lleva delante de mí todo el rato para poder ver lo que se avecina.
Seguimos avanzando, matando gelatinas de esas, de las que hay de un montón de colores como si fueran de sabores, también hienas y las llamadas ratas de alcantarilla. Las ratas no son las que habitualmente podemos encontrar en una alcantarilla normal, no no, estas miden casi un metro y van a 2 patas, encima son inteligentes y organizadas, tienen sus armas, su equipamiento y hasta montan trampas que pueden ser de pasillo a pasillo, pero como ya las conocía de la mina, no me han pillado desprevenida. Al final nos hemos encontrado al que manda por estos lares y de pronto, a modo emboscada, dos cocodrilos han salido del agua, uno delante de mí y otro detrás de la party, junto a Azalea e Ilyana. Ya me ha tocado lidiar con varios bichos a la vez mientras llegábamos aquí, y entre el Taunt y ellas que se quitaban los bichos de encima rápido, no ha habido problemas, pero estos son diferentes, son super grandes, por lo menos 2,5m. de pie con armadura incluida y una mandíbula en la que se puede caber entera.
Me he quedado un poco paralizada del miedo, de lo imponentes que son y del rugido o gruñido que han soltado al aparecer. Así que, solo he podido esconderme detrás del escudo, mientras miraba al pedazo de cocodrilo que estaba por devorarme.
Ilyana y Azalea han recibido zarpazos del cocodrilo de la parte de atrás, hasta que Monet se lo ha quitado con su Taunt, y yo no he reaccionado hasta que Elorzal se ha abalanzado contra mi cocodrilo a pegarle puñetazos y patadas. ¡¿Pero es que esta chiquilla no tiene miedo de nada?
Al ver que el cocodrilo no estaba pendiente de mi sola, he hecho el Taunt, y he empezado a “tankear”. Al poco, Monet se ha acercado a mí con el otro cocodrilo que estaba ensañado con ella, con otro Taunt se lo he quitado como me ha pedido, para que ella pueda ir a curando, sobre todo a Ilyana que ha recibido un coletazo y no está para muchos trotes. Esta niña se nos va a quedar por el camino. Y ahí me veo yo, escondida detrás de mi escudito con dos cocodrilos mastodónticos queriéndome comer... Cosa que casi lo consiguen, porque con la fuerza que tienen y los golpes que me he llevado, por poco me mandan el escudo a paseo, y a mi detrás de él. Como se suele decir, moratones hasta en la foto del carné de identidad. Entiendo porque nadie quiere ser tanke, o mejor dicho, no todo el mundo es apto para serlo, como me dijo Asterisco, si esos golpes los recibe la chiquilla escuálida, no lo cuenta. Eso me da ánimos para aguantar detrás del escudo, pero uno de los cocodrilos se me escapa y se va a por ella, intento el Taunt pero corre demasiado y no le alcanzo. Puedo ver como alza la mano para pegarle un tortazo desde arriba. Y ¡¡flashh!! Un potente destello de luz me deja ciega por unos momentos. Cuando empiezo a recuperar la vista veo que Ilyana se ha puesto detrás de mí, el cocodrilo que iba a pegarle está en el suelo echando humo, y todos los demás están en mí misma situación, recuperando la vista. Ahora las tornas han cambiado. Monet me ha echado una cura, Azalea e Ilyana acribillan al cocodrilo que queda, lanzando diversos hechizos, yo lo voy manteniendo pendiente de mí, diciéndole lo feo que es y mal que huele, o sea, con el Taunt, para que no se escape, que he visto que son muy rápidos. Y Elorzal… ¡¡¿Está apuntando cosas en la libreta?!! ¡¿Cómo?!, ¡¿Por qué?! No lo entiendo…
El cocodrilo cae de forma pesada con un catapum, e Ilyana lo hace con un frágil ¡¡Ay!!, está exhausta, y sentada en el suelo solo puede respirar, tanto uso de magia y de correr la han dejado agotada. Azalea le ayuda a ponerse en pie para ir a ver el cofre del tesoro que han soltado los cocodrilos, pero cuando nos acercamos al tesoro de golpe y porrazo se va la luz. Lo del porrazo ha sido literal, Elorzal enciende como puede su antorcha y nos encontramos a Ilyana en el suelo desmayada. Al perder el conocimiento su hechizo de orbe de luz desaparece y nos hemos quedado a oscuras. Enseguida Monet le realiza curaciones mágicas que no surten efecto, pero ¡Oh!, ¡Sorpresa!, resulta que Monet en la vida real es médico. Tras su análisis, el diagnóstico dice que es un desmayo por tensión baja. El uso de la magia consume mucha energía y por tanto azúcar, si está baja por comer poco su cuerpo ha colapsado y se ha desmayado, vamos, lo que yo llamo una “pájara”. Nada peligroso si recupera el azúcar que ha perdido, solo necesita descansar. La jefa propone esperar a que se recupere y sacarla para que descanse…
—¡De eso nada!, para un día que consigo una party magnífica, que estoy en una mazmorra importante, que ya le empiezo a coger el tranquillo a esto, que me pica la curiosidad con que más nos vamos a encontrar y, sobre todo, por saber que hay en el tesoro final, ¡Vamos a continuar! La niña solo necesita comer, así que salgo yo, voy a por algo a casa y regresó antes de que se despierte con azúcar, proteínas y grasa, ¡Necesita grasa!
Lo habré dicho con tono de madre, porque nadie ha articulado palabra. Bueno, al poco Monet ha dicho que le traiga algo dulce, pero yo sigo pensando que le hace falta un buen estofado, unas lentejas y muchos bistecs con patatas, así que eso es lo que le voy a dar. Aunque si el médico dice algo dulce también le voy a llevar postre.
—No tardo nada, id preparando una hoguera con los que sea, si hace falta destrozáis el cofre para tener madera.
—¡¡¿No me digas que pretendes cocinar aquí?!!
—No mujer… Es para que no coja frío, aquí hay mucha humedad y una hoguera os alumbrará más que tu antorcha. Yo no tardo nada en volver.
Y salgo corriendo para casa donde nada más llegar empiezo a coger cosas de la cocina, sobre todo de la nevera, toda la comida que tenía preparada para sacar fuera. Mira tú por donde, la mochila que me dio Asterisco el otro día, me vendrá genial para esto, pero cuando la cojo “¡¡ ploff !!” se me cae al suelo. ¡Hay algo dentro que pesa un montón! Y me he quedado de piedra al ver un lingote de plata, pero, pero… tengo que hablar con Asterisco. ¡Sasha! ¡Qué te están esperando! ¡Espabila! Ahora no tengo tiempo para pensar en estas cosas, así que lo dejo sobre la mesa y lleno la mochila hasta los topes con lo que puedo, lo que no cabe lo cojo en brazos. “Nota para Sasha: comprarse una mochila grande”. ¡Grrr! Seguro que una que esté en condiciones vale 10MP...
Menos mal que el panda rojo me deja entrar de nuevo sin pedirme el permiso, aunque me mira con una cara muy extrañada mientras me ayuda a bajar todos los trastos.
Vaya, al salir iba con una antorcha de Elorzal pero ahora, con todos los brazos ocupados no puedo sujetarla para llegar hasta donde están las chicas, hay demasiado tramo de oscuridad. Se me ocurre llamar a Enviado para que alguna de las chicas venga en mi ayuda, pero cuando llega hasta mí, me habla con un tono de miedo tembloroso, mirando para todas partes. Pues no resulta que enviar un mensaje a alguien que está dentro de una mazmorra tiene un plus de peligrosidad… ¡Si es que este bichejo saca pasta de todos lados!
Al poco aparece Monet para ayudarme, la cual veo por su cara que está totalmente alucinada.
—¡Madre mía! No puedes ir más cargada, ¿Qué has traído? ¡¿Eso que asoma es una sartén?! Sí era por comida podíamos haberla pedido a la abuelita.
—Esto es la medicina que necesita esa chiquilla. Y no voy a arriesgarme a que les pase lo mismo a las otras niñas. A saber, donde comen o desde cuando hace que no comen.
—Ya veo, estás decidida a cocinar aquí, ¿verdad?
—Sí claro. ¿Es que no se puede o algo?
—Pues no lo sé, no tengo ni idea, nunca lo he probado, tampoco me ha hecho falta, si son muy largas me llevo un bocata de casa. Pero supongo que no hay problema, simplemente es poco ortodoxo, no por la mazmorra sino porque estamos en una alcantarilla.
—Visto así parece muy poco higiénico sí, pero mis cacharros están de lo más limpios, así que no hay de qué preocuparse, mientras no toquen nada del sitio. Además, raro, raro, raro es que estos mapaches hablen, andén y te chupen el dinero, raro es que esa niña tire rayos con las manos que dan un miedo atroz cuando te pasan junto a la cabeza y luego ves que pasa cuando estos impactan. Raro es que yo tenga este cuerpazo de escándalo que es mejor que el que tenía de joven. Y raro es que vuelva a tener amigas con las que hacer cosas emocionantes y no quedar para tomar un café y hablar de los niños. Lo normal en cambio, es cocinar y comer. Seguro que se olvida de comer porque nadie le ha cocinado en condiciones. Vas a ver tu como esa no se desmaya de nuevo.
—Está bien. Veo que no vas a cambiar de idea, estas decidida a ello.
—Bien, de paso descuartízame un poco de hiena de esa que no sabemos a qué sabe o si se puede comer.
—¿Vas a probarlo tú misma? Si es así yo te la descuartizo…
—Sí. A la que no quiera comer lo que le cocino, le haré probar hiena para averiguar cómo sabe. Por cierto, cuando lleguemos allí haces lo mismo con los cocodrilos, ¿vale?
—Vale, seguro que Eduard sabe qué hacer con la piel de cocodrilo.
—Espera, espera, ¿la piel de cocodrilo es cara?
—De donde yo vengo las cosas confeccionadas con piel de cocodrilo son tirando a caras sí.
—Bien, entonces llamaremos a Trash e iremos a medias.
—Hmm… ok, de acuerdo.
Al llegar me encuentro con una birria de hoguera, así que descargo todo y pongo solución a eso. Ya sabía yo, que necesitaría la leña y los harapos de ropa que ya tenía hecha girones. Empezamos a cocinar. Monet se asegura que Ilyana esté cómoda y calentita, luego viene en mi ayuda. ¡¡Eureka!! ¡Una que sabe cocinar! Esta chica es de lo más competente; médico, cocinera, tanque, heal y dps. Sería un buen partido para Adam, hasta que descubro que tiene 28 años y que está recién casada. Aunque era evidente, no sé en qué estaba pensando, si ya habíamos comentado que era médico.
No tengo todo lo que querría para cocinar, pero se van a chupar los dedos.
El olorcillo que desprende la olla despierta a Ilyana de su desmayo. Ella no lo dice, pero veo en sus ojos y en el movimiento de su nariz que se muere de hambre, así que mientras pregunta qué ha pasado y tal, le planto el plato en las narices.
—O te comes todo el plato como es debido o yo misma me encargo de que no salgas nunca de esta mazmorra.
—Lo siento, no sé qué me ha pasado. A veces me sucede, me desmayo y despierto al cabo de unas horas. Siento si he causado alg…
—¡¿Cómo que a veces te pasa?! ¿Cómo no te va a pasar si te olvidas de comer? Desayuno, comida y cena como mínimo. Almuerzo y merienda a poder ser. Todos los días. Y los domingos paella o barbacoa. Ya verás como no te desmayas nunca más, es más, seguro que hasta creces o engordas un poco, que te hace muchísima falta, que estas escuálida. Espera, ahora que lo pienso, ¿Por qué te has hecho así, tan pequeña y escuálida?
Entonces Monet me explica que ella no ha pillado una plataforma y ha elegido un avatar. Como ya me había dicho, ella viene de otro mundo que no es la tierra y donde no hay plataformas, sino que ha cruzado un portal, como los de “Stargate” pero sin el aro extraterrestre. Y esa es su forma física real, no un avatar como el nuestro. Es más, Monet tampoco tiene avatar, pero ella sí que es de la tierra.
—Espera, espera, ¿¡Son extraterrestres?! ¡Pero si la Nasa nunca encuentra nada! ¿¡Existe el área 52?!
—En realidad son de otra galaxia, al igual que los Inverse, que se pueden mover entre galaxias. Son todos extraterrestres y llevan con nosotros desde antes de nuestra existencia, de hecho, creo que la misma tierra la crearon ellas. Ilyana viene de un mundo muy similar al nuestro, donde como nosotros, también viven humanos, pero allí conviven con otras razas. En su caso ha sido desafortunada y ha tenido que vivir en un sitio azotado por las guerras y el hambre, sobreviviendo gracias a su magia, siendo una mercenaria. Tiene una afinidad eléctrica impresionante y una particularidad mágica que le permite sobrepasar sus límites de energía, pero después queda exhausta. Cuando las Inverse aparecieron en su mundo, ella y su familia de mercenarios cruzó el portal, unos héroes de guerra que no tuvieron recursos para poder empezar de nuevo y tener una vida digna. Son todos de nuestro clan, buena gente que tuvo mala suerte.
—Vaya, ahora me sabe un poco mal todo lo que he dicho, soy una burraca.
Perdona si te he ofendido. Toma, comete esto también.
—Uff, no, no, gracias, estoy llena.
—¡Cómo! pero si ni siquiera te has acabado el primer plato, ¿cómo que estás llena? ¿Pero tú qué comes normalmente?
—No, si yo hago las tres comidas que dices, pero no tan abundantes. Por la mañana tomo alguna fruta. Para comer me las apaño con una hogaza de pan y cualquier cosa que pueda ponerle encima, y por la noche lo que pille. Algunas veces por las tardes, si hay ocasión, relamo algunas raíces u hojas comestibles que encuentro por los bosques. Si hay suerte, algunas veces encuentro frutas silvestres, como fresas y moras que me encantan.
— Pues se acabó. Ya no estás en tu mundo, ahora estás adoptada. Vas a vivir en mi casa y a comer lo que yo te diga hasta que peses por lo menos doce kilos más y tengas la piel morena.
La pobre se ha quedado mirando a Monet, asustada de mí, pero ella le ha dicho que no le vendría mal mi propuesta. Le ha explicado que, a pesar de mi tono, no es ni una obligación ni un secuestro, pero que estar bajo mis cuidados le haría mucho bien.
Ha llegado la hora de probar la hiena y el cocodrilo. Después de tenerlo en la boca masticando un buen rato… No, no es carne comestible, es demasiado dura y tiene mal gusto. Supongo que haría falta cocinarlos mejor, pero no es una buena fuente de nutrientes.
Bueno, ¡al lío! Por lo que comenta Monet hay que seguir buscando hasta que encontremos la bajada al siguiente nivel, donde está el boss de esta mazmorra. Que noob soy… y yo que pensaba que el enemigo final eran los dos cocodrilos… pues no, hay bichos más gordos que esos.
Antes de encontrar la bajada al otro nivel hemos tenido que liquidar a más gelatinas, ratas y Comecalvas, los cuales tienen devoción por mí. Monet me explica que es porque aún tengo la maldición de la bruja.
En el nivel inferior la cosa ha cambiado. Aquí nos hemos enfrentado a unos globos flotantes con mala cara y que lanzan rayos elementales, así que hemos tenido un festival de luces de colores, con los rayos de las chicas y los suyos. Elorzal iba todo el rato insistiendo en centrar los ataques en el mismo globo, o Boom, como se supone que se llaman. Al final he comprendido el porqué de su paranoia e insistencia. Uno se nos ha "escapado" y ha pegado una explosión que nos ha pillado a todas. A Elorzal y a Azalea les ha pillado de lleno, a mí me ha echado al suelo al explotarme en la cara, pero Monet se ha puesto delante de Ilyana escudo por delante y se han salvado las dos. Anda, eso es lo que me explicó Asterisco y se me olvidó usarlo, puede que nos hubiera salvado a todas. Bueno, al menos, como han aparecido más bichos bomba he podido practicar y le he cogido el tranquillo.
Pero en este mundo no te puedes despistar ni un momento. Cuando me he dado cuenta, una gelatina azul de esas, ha saltado sobre mí y literalmente me he visto dentro de ella, sin poder moverme, sin poder hablar, ¡sin poder respirar! Por suerte, las chicas han sido rápidas y han eliminado a la gelatina a rayos de fuego. Que alivio poder moverme y respirar de nuevo, que angustia. Es como sumergirse en el agua, pero sin tomar aire primero, sabes que no vas a aguantar mucho tiempo, pero con el añadido de no poder moverte. Esta vez las chicas me han salvado la vida.
—¡¡¡Ahhhh!!! ¡Pum! ¡¡Hayy!!
Lo que decía, no puedes despistarte ni un momento, ¿pues no me he caído en un foso? ¡Qué daño! Estoy segura de que me he roto el brazo al aterrizar. Ya me he roto el brazo en el pasado, así que sé que se siente. Pero como dice el Murphy ese, si algo puede empeorar seguro que va a peor. Pues “zas”, tengo compañía. No veo mucho, solo una sombra con garras que viene a atacarme. Mi acto reflejo es ponerme detrás del escudo, doy gracias que el brazo roto es el de la espada y aún puedo usar el escudo, si llega a ser al revés no lo cuento. Después de aguantar su furia inicial, reacciono y lo empujo con el escudo hacia atrás, dejando espacio suficiente para que las chicas bajen a ayudarme.
Primero aparece el orbe de luz de Iliana iluminando al lagartijo este que anda a 2 patas. Dios, que feo es. Inmediatamente, Monet cae de un salto delante de mí con pose de superheroína, con el escudo y la lanza listos. Elorzal cae justo a mi lado e inmediatamente me ofrece una poción.
—Ese grito de dolor que has soltado no es de un golpe. He visto que has caído mal. Además, te estás poniendo pálida y sudorosa. Te has roto el brazo, ¿no?
—No estoy segura, pero ahora no es el momento, tenemos un monstruo delante.
—¡Claro que es el momento! Esta una poción de reparar huesos, te arreglará la fractura en un instante. Después de que el oso me rompiera a mí el mío, he aprendido. Estas pociones son una gran inversión.
Y dirigiéndose a Monet, le grita...
—¡Retenlo!, ¡qué le saco la información!
Incluso con el dolor y el asco de la poción me he quedado atónita con lo de sacarle información, ¿Cómo que sacarle información?, ¿Qué significa eso?
Mientras me recupero, veo que el monstruo está como partido en dos. Tiene la cabeza y los brazos en un sitio, pero las piernas y la cola en otro lugar distinto, como si saliera de agujeros de esos tipo stargate. Aunque también puedo ver que eso no les importa a nuestras magas, que se han quedado arriba y desde allí van disparando su magia mientras Monet “tankea” el monstruo y Elorzal lo mira atentamente con la libreta en la mano.
El brazo se recupera, recojo la espada y me sumo a Monet para combatir el monstruo. Durante el tanqueo, Monet me explica algunas técnicas, como la del “Stun”, que es otra magia como el “Taunt”, pero esta se emplea para dejar atontado al rival durante unos segundos, aturdirlo vamos. Me hace una demostración explicativa, donde puedo ver que ella concentra su magia en el escudo y al golpearlo le manda una onda que lo deja tonto.
—Si hace falta, grita para sacar la magia. Concéntrate y recuerda cómo acumulas tu magia cuando haces el Taunt.
Eso es lo que me grita después de apartarse para dejarme el tanqueo a mí. Así que doy un paso adelante, recuerdo que mi actitud de madre me ayuda mucho a sacar mi magia, y dejar los niños aturdidos a gritos lo tengo de sobra aprendido. Tengo que reñir a ese lagartijo.
—¡¡¡A ver si ordenas esta pocilga!!! ¡¡Parece que no se haya limpiado durante un mes!! ¡Solo falta que empiecen a salir las cucarachas!
Durante el último grito consigo golpear al enemigo y transmitir la magia del “Stun”, ¡ha funcionado!. El bicho se ha quedado aturdido y las chicas lo han rematado mientras tanto.
—No me imaginaba un grito así para nada. Pero parece que ha funcionado, así que recuérdalo para la próxima vez. Ahora salgamos de aquí que aún nos queda camino que recorrer.
Y con ese motivador discurso, Monet sale de un salto del foso y le pide a Azalea que nos ayude a salir con sus muros de tierra, así que a medida que los crea bajo nuestros pies, nosotras subimos y salimos del foso.
Fuera tenemos un momento de pausa para beber un poco de agua. No solo hay que tener cuidado con los monstruos, para postres aquí también hay trampas, no es precisamente un lugar de vacaciones. Aunque imagino que todo esto es lo que lo hace emocionante como en las películas. Creo que estoy tan emocionada que por eso no noto el cansancio, debería estar rendida, pero es una sensación tan adictiva, el estar todo el rato con el corazón a tope esperando el siguiente peligro, que no me importa si después de esto tengo que estar una semana tumbada en la cama, después ya pensaré como solucionarlo. Me siento una aventurera.
Después de recoger mis trastos y respirar hondo vero a Elorzal otra vez dibujando en la libreta y al final no puedo aguantarme de preguntarle.
—Pero hija mía, ¿qué haces todo el rato con esa libreta, que nos van a matar mientras escribes?
Entonces me la enseña de cerca y puedo ver que está llena de datos y de dibujos de monstruos.
—Tengo una magia que me dice las estadísticas de los monstruos, sus puntos de vida, sus ataques especiales, sus debilidades… Y por eso estoy haciendo un manual de monstruos. Como no existe información sobre el juego, la voy recopilando yo, lo malo es que tengo que hacerlo durante los combates, si el monstruo o demonio está muerto no funciona. Pero tranquila, después de analizarlo me meto en la batalla a tope y gracias a los datos podemos derrotarlos más fácilmente. Es genial poder ir a lugares nuevos y encontrarme con monstruos que no conozco, analizarlos y después poder buscar estrategias para poder derrotarlos.
—¿¿Y pretendes recorrer todo el mundo analizando los monstruos??
—Ojalá, pero no creo que pueda. Por eso, mis notas se unirán a las de otros y juntos intentaremos crear un compendio de monstruos.
Esta niña cada vez me deja más atónita, pero no sé en qué sentido, muestra una frialdad increíble, pero con mucho sentimiento, me descoloca, creo que no soy capaz de entenderla. Se toma esto como un juego y ya hace tiempo que sabemos que no lo es, pero a la vez se lo toma todo muy en serio.
El resto de la mazmorra ha ido saliendo sola gracias a las curaciones de Monet, el dps de Ilyana y a mis Taunts y Stuns, que he podido ir practicando.
Al final, “el boss final” … ¡Hay el boss final...! Si lo sé no vengo. ¡Qué repelús!, ¡qué asco!, ¡¡qué… arrg¡¡ ¡Una cucaracha gigante!, ¿¡Pero a quién se le ocurre!?, Una cucaracha que se comería al exterminador que viniera por ella, porque era más grande que una persona. Alta, gorda, fea y maloliente. ¡¡Ah!!, y saltarina. Ha sido recibir un rayo de Iliana y pegar un bote por encima de Monet y de mí hasta la pobre chiquilla aplastándola. ¿Pues no ha ignorado el “Taunt'' que le había hecho? la muy asquerosa. Con lo orgullosa que estaba yo que ya me salía perfecto. En el momento que la he visto encima de Ilyana he pensado que era su fin, pero es más resistente de lo que aparenta, aunque no ha salido ilesa del todo. Ha salido de debajo del bicho con la pierna fastidiada y los nervios destrozados, a la pobre se le veía aterrada, tanto es así que ha empezado a correr a pesar de la herida. Y no me extraña, porque esta cucaracha da miedo y asco por igual. Ha sido horrible, cucarachas pequeñas subiendo por las botas, enjambres de insectos que salen de la barriga de la cucaracha, un aliento nauseabundo que te deja atontada y un veneno en su mordedura que te deja literalmente muerta si no aceptas no sé qué de oscuridad. Aunque sea real sigue teniendo cosas de juego y una de esas cosas es un letrero que te advierte que, si no quieres morir por el veneno del Cucaracho, que así se llama este demonio, tienes que asumir su oscuridad. La respuesta es sencilla, ¿no?, Pues no, porque si asumes mucha de esa oscuridad, por lo que me han contado después, es peor que morir, porque el demonio puede capturarte o poseerte. Ha sido un combate muy difícil y largo. Monet andaba loca repartiendo curaciones, los rayos de Azalea e Ilyana no parecían surtir efecto y mi espada chocaba contra su caparazón que apenas podía atravesarlo. Por si fuera poco, todo esto, después de que la cucaracha pegase un grito, han aparecido un par de zombis de dos cabezas. Por suerte, después del caos inicial, Monet y Elorzal han tomado el mando. Las magas y yo nos hemos encargado de los dos esqueletos, básicamente porque al verme se han vuelto locos y he tenido que correr como cuando el gusano, mientras ellas los aniquilaban a distancia. Menos mal que Monet y Elorzal se las han apañado para aguantar a ese bicho asqueroso sin nosotras. Después, mis dos dps, han limpiado el lugar de cucarachas e insectos, mientras las demás hemos cargado contra el demonio. Ha costado acabar con él, sobre todo cuando pedía refuerzos de esos bichos inmundos, a los cuales al final hemos pillado el truquillo y las magas los eliminaban antes de que pudiesen llegar.
¡¡¡Un cofre!!! Después de morir y desaparecer, ha aparecido un cofre. ¡¡Qué ilusión!! Es mejor que en Navidad que siempre sé que me toca en el regalo. En fin; pociones, pergaminos, varitas, trastos… pasta, pasta. ¿Dónde están las monedas?
¡Toma ya! ¡7MP para cada una! y del tirón. ¡Así sí! Nada de estar perdiendo el tiempo en las mazmorras del inicio por una misera moneda. Hay que hacer cosas más avanzadas. Aunque claro... Me he roto el brazo, casi muero ahogada dentro de una gelatina, voy manchada de una sustancia viscosa y asquerosa que no pienso ni lavar, tengo la horrenda sensación de que aún tengo cucarachas hasta en las partes íntimas y huelo a una mezcla de cloaca y aliento de cocodrilo…
—¡Guau! ¿Cuál será nuestra próxima aventura chicas?
—¡Jajaj! Tranquila Sasha. —Me responde con calma Monet, —te pondré en contacto con nuestro caballero de la mesa redonda, Sir Valduin. Él te guiará por el increíble mundo del PVE si quieres.
Como no entendí absolutamente nada de lo que me acaba de decir, solté sin pensar.
—Hija mía… Cada vez que me aprendo un término nuevo me aparecéis con otro… ¿Qué es eso del PVE?
—Elorzal te lo explicará con más detalles, pero como veo que esto te emociona, quiero hacerte una propuesta. Estoy organizando una RAID, cosa que Elorzal seguro que también te explicará —mirando hacia Elorzal y esperando su asentir con la cabeza para continuar. —Y nos vendría bien un tanque. Además, si te apuntas podrás aprender de Gatric, nuestro tanque más “pro”, tanto que se dedica a ello como profesión. Yo soy más bien lo que llaman un “off-tank”, como Elorzal—y mirándome un segundo… —Eso también te lo explicará después ella. Es aquí en las cloacas, pero bajando un nivel más, donde se incrementa la dificultad y la recompensa…
—¿Me estas intentando comprar con la promesa de una aventura peligrosa, la oportunidad de luchar junto a gente experta y la posibilidad de una compensación económica en caso de no encontrar la muerte?
—Si, además de luchar contra el demonio que mora en estas profundidades y que infecta estas cloacas de criaturas inmundas.
—¡Claro que sí!, ¡Me apunto! ¿Cuánto dinero vamos a sacar de eso? Necesito comprarme el reloj, apuntarme a la academia esa, necesito un caballo, equipamiento…
—¡Jajaj! Te presentaré a mi marido y él solucionará todos esos problemas. ¿Pero qué tal si primero salimos de aquí y nos damos una ducha?
Pues dicho y hecho. Después de esa conversación recogimos los bártulos y deshicimos el camino, sorprendentemente sin perdernos.
Mientras íbamos por la calle la gente nos miraba asombrados, pero no sé si porque sabían de dónde veníamos o por las pintas que llevábamos. En la posada, Monet, se despidió de nosotras para irse por la chimenea a su casa. Nosotras seguimos hasta la zona residencial y allí nos separamos, Ilyana se vino conmigo a casa.
Aproveché que mi nueva “hija” estaba en la ducha y le cosí unos bolsillos en la capa para que pueda llevarse algo de comer a todos lados. Después he puesto su ropa a lavar y así no se me escapa de casa mientras voy al mercado a comprar. Es hora de cocinar proteínas, grasas y vitaminas. Parece que estoy destinada a ser madre, huyó de la labor en casa y yo solita me meto en el mismo fregado dentro, ahora resulta que tengo que hacer la compra dos veces. Aunque esta es mayorcita y no creo que me lleve demasiado educarla.
En el mercado, viendo toda esa comida, con tanto aroma y viéndose tan deliciosa, se me ocurre invitar a las chicas a comer, hace mucho que no hablamos y tenemos que ponernos al día, Elorzal me debe muchas explicaciones.
Llamo a En-viado y les mando un mensaje, luego reacciono y vuelvo a llamarlo para invitar a Monet y a esa gente que quería presentarme, pues ya me ha llevado a dos mazmorras y en la anterior no se lo pude agradecer. En-viado me riñe por hacerlo volver tan rápido pero no me cobra de más, de hecho, el segundo es gratis por ser a alguien del clan. ¡¡Qué descubrimiento!! Espera, Elorzal también es del clan. Pero cuando iba a preguntarle ya había desaparecido tras su habitual nube de polvo. Mientras compro llamo a "En-viado" de nuevo y mando unas invitaciones, Asterisco también se merece un agradecimiento y tengo que preguntarle por el pedrusco que tengo en casa, además, esta vez no será capaz de criticar mi atuendo.
Al poco rato Monet responde que perfecto, pero que quedamos en su casa porque quiere venir mucha gente y la cosa se va a complicar, lo haremos al aire libre, una fiesta en la piscina, ¿qué me traiga el bañador?